Crónica del 25 aniversario de Eprinsa
Veinticinco años no son nada. Pero si pensamos que constituyen un cuarto de siglo, la referencia temporal empieza a adquirir solemnidad. Relatar los hitos de nuestra vida, los hechos, las efemérides que han conformado nuestra personalidad, ahora que aún podemos recordarlos con sólo echar un vistazo al archivo o a nuestra memoria, sin perder el contexto ni el sentido cronológico de los sucesos, es hacer historia con rigor. Y es bueno que la hagamos, porque cada hombre, como cada empresa, tiene una historia -y a veces una leyenda- que no es transferible.
La de Eprinsa nace en agosto de 1990 con una doble función: instrumentar los servicios recaudatorios de la Diputación Provincial y dar asistencia informática a la misma y a los municipios que la constituyen, según rezan sus Estatutos fundacionales. Su objetivo era normalizar, agilizar y hacer más eficiente la gestión de los tributos locales, demasiado demorada tal vez en métodos antiguos, poniéndola al nivel de la que, en similares tareas, exhibían otras administraciones. Ya lo decía el lema de la inicial campaña publicitaria que hizo la Empresa al presentarse en sociedad: “Para que tu pueblo crezca, contribuye con tu Municipio”. Pero hacerlo con la modernidad que cada tiempo exige requería que la institución estuviese preparada ante la incontenible revolución tecnológica que se avecinaba. Había llegado el momento de sustituir las viejas máquinas de escribir por los nuevos ordenadores personales.
Era entonces presidente de la Diputación Julián Díaz Ortega, al que se debe la constitución de Eprinsa con el nombre completo de “Empresa Provincial de Recaudación e Informática, S.A.” y quien asume la máxima responsabilidad de la misma. Pronto lo reemplaza José Mellado Benavente, verdadero inspirador de la idea matriz, al que años más tarde relevan sucesivamente Juan Antonio Cebrián Pastor y Luis Hidalgo Reina, ya en 1996. La gerencia fue encomendada a Agustín Barbero Aranda, que afronta la puesta en marcha de la Empresa con todos los problemas inherentes a un proceso de este tipo, más los añadidos por las circunstancias específicas de liquidación del Consorcio de Recaudación, incluidos los de índole laboral. En el 92 fue sustituido por José Manuel Luque Muñoz, que se mantiene hasta la segregación de la empresa y aún hoy continúa dirigiendo el Instituto para la Cooperación con la Hacienda Local, al que aquella dio origen. Estamos ya en 2002 y la informática suelta amarras de la recaudación, conservando las siglas constituyentes y manteniendo junto a sí al Departamento de Información Territorial, de reciente creación, dirigido entonces por el siempre recordado Julio Escabias. Cuestiones administrativas aconsejan escindir de la actividad de la Empresa los temas relacionados con la gestión de tributos y el asesoramiento económico y de nóminas, que pasan a depender del mencionado Instituto. El hecho sucede bajo la responsabilidad de la primera mujer que preside una entidad en la Corporación Provincial cordobesa, Ana María Romero Obrero, que estará en el cargo en dos períodos discontinuos, de 2000 a 2004 y de 2007 a 2008, entre los cuales sostiene el testigo otra mujer, Claudia Zafra Mengual. José Mª Muñoz Gavilán, que era Director Técnico de Informática en el momento de la escisión, asume el reto, desde la gerencia, de pilotar la nueva Eprinsa, más ligera de equipaje y concentrada en su papel innovador.
En estos años va a producirse un acontecimiento que conviene resaltar. Se aprueba la Ley 11/2007 de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos. Para entonces Eprinsa contaba ya con las versiones telemáticas del Padrón de Habitantes y del Registro de Entrada y Salida, habiendo dotado al 96 % de nuestros municipios de una Oficina Virtual de Tributos. Es decir, que se había anticipado notablemente a las previsiones de la propia ley, permitiendo a los municipios cordobeses, mucho antes de lo exigido por ella, la relación con sus contribuyentes a través de Internet. 2007 es también el año del traslado de domicilio social. La nueva sede va a permitir que se reúnan todos los elementos de la Empresa en un local suficiente, digno, funcional, bien situado y perfectamente acondicionado, que le añade la nota de modernidad y anticipación que requiere la buena imagen de su actividad. En 2008 – fecha en la que asume la presidencia Antonio Sánchez Villaverde- se implementan las nuevas aplicaciones de Contratación Electrónica y de Gestión de Quejas y Sugerencias, y se produce la interconexión de todos los niveles de la administración española: red estatal (SARA), autonómica (NEREA) y provincial (EPRINET). En 2009 se completa el catálogo de aplicaciones telemáticas, se optimizan los procedimientos municipales, se alumbra el nuevo Portal Provincial y se incorpora el gran proyecto de desarrollo de la Administración Electrónica.
De este modo, 2010 pudo ser el año de la “inmersión” en dicho proyecto, con el cambio de mentalidad que ello conlleva. Por primera vez era viable pensar en una “oficina sin papeles”. Sólo cabe imaginar aún una “oficina sin burocracia”, pero al menos ya es posible una tramitación electrónica completa, que no es poco. Por eso en 2011 se acomete la implantación de los proyectos de administración electrónica en los clientes y se elabora el plan de creación de Sedes Electrónicas municipales, por el que se dota a los municipios de la infraestructura necesaria para su apertura. A tal fin se duplica el número de trabajadores públicos que se incorporan a los sistemas informáticos de sus respectivas entidades haciendo uso de las nuevas funcionalidades. Este año viene acompañado también de una nueva Corporación, en razón de la cual asume la presidencia de la Empresa Adolfo Molina Rascón, que será sustituido, ya en el siguiente, por Agustín Palomares Cañete. 2012 es un año de consolidación. Se procede a la apertura de numerosas sedes electrónicas municipales, se renueva la certificación y reconocimiento de calidad de Qfor y se desarrolla extensamente la actividad formativa en GEX y en la implantación de las referidas sedes. Igualmente, en otro apartado, puede señalarse el diseño de la nueva Web de Aucorsa con integración en redes sociales. El último acto del 2012, especialmente significativo, fue la toma de posesión de José Morales Cobo como nuevo gerente de la Empresa. Un histórico de la casa, ha venido a continuar con la misma solvencia profesional y la misma ilusión la dilatada y fructífera dirección de su antecesor.
2013 se estrena abordando la renovación tecnológica necesaria para la implantación definitiva de la administración electrónica provincial. La Diputación y los fondos FEDER financian la mejora de este servicio, que incorpora entonces diez nuevas sedes a su cobertura, siendo favorecido por el convenio que se establece con la entidad pública empresarial RED.ES. También en ese año se amplía hasta su límite natural el ámbito de actuación territorial de la Empresa, incluyendo al Ayuntamiento de Espiel, único al que aún no le prestaba asistencia. A lo largo de 2014 nacen 16 nuevas sedes electrónicas municipales, sumando ya 62 los ayuntamientos atendidos por este servicio en la provincia.
Igualmente se incrementan los Port@les Web, que habrán de ser completados al año siguiente, y se introducen las Webs Móviles, de rápido desarrollo -66 en un año- y pujante aceptación. También se contribuye notablemente a la consolidación del SIG corporativo de la Diputación y a la promoción cultural y turística con el diseño de nuevas Webs como la de “Córdoba es Sefarad”.
La nueva corporación provincial emanada de las elecciones municipales de 2015 designa presidente a Francisco Juan Martín Romero, que habrá de poner el punto final a los proyectos de implantación de la administración electrónica, culminando la tarea encomendada por la Diputación en el año 2012. Es el momento de pensar en el futuro y de diseñar la estrategia a seguir mediante un Plan Informático Provincial que nos sitúe con plena garantía de eficiencia en el hito temporal que acordamos denominar Horizonte 2020.
No parece, pues, un ejercicio de inmodestia afirmar que la trayectoria de Eprinsa ha sido, hasta el momento, meritoria. Año tras año la Empresa afianza su prestigio como referente tecnológico a todos los niveles, provincial, regional y nacional, y evoluciona para anticiparse a las demandas de la sociedad. Su aportación en el ámbito de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, en lo relativo a su implementación en la administración local, ha sido ejemplar. Y así lo han reconocido organismos de diversos ámbitos administrativos que la han galardonado por tal motivo. En el muy temprano 2001 recibe ya el Premio Admiweb a la mejor Web de las diputaciones españolas. En el 2003 es su “visor de callejeros turísticos” el distinguido por el Premio Flash, también de carácter nacional. Y en el 2004 es Cibersur quien premia a la que estima mejor Web andaluza de instituciones. Incluso en el 2006 puede tener la especial satisfacción de que le sea concedido, en su primera edición, el Premio SI (Sociedad de la Información) de la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía. Y en el 2007 aún recibe un accésit de los premios TIC del mencionado organismo. Como guinda, hasta el momento, ha podido saborear el Premio Progreso de la FAMP, otorgado a la Intranet de Juventud de la Diputación de Córdoba en 2012. Sin olvidar que mantiene inalterable el reconocimiento de Qfor (Certificado de Calidad en Formación) y del Programa Óptima en formación.
Eprinsa va por el buen camino, transitándolo en la dirección que mejor conoce. Todavía es una empresa muy joven -las jubilaciones y prejubilaciones habidas e inmediatas pueden contarse con los dedos de una mano y sobran dígitos-. Su personal ha ido formándose a la par que la Empresa se formaba. No podía ser de otro modo si se pretendían aplicar las nuevas tecnologías -que entonces más que nuevas eran incipientes- a las vetustas funciones de la administración. Es la virtud de creer en el futuro y de saberlo al alcance sin más garantía que la inmensa capacidad de superar obstáculos que tiene la juventud.
A los jóvenes de la Empresa, pues, a los que lo son y a los que lo fueron, a todos los nombrados y a todos los que no lo han sido, hemos de agradecerle la Eprinsa que hoy conocemos. A todos ellos y a cada uno, pues sin su colectiva participación y sin su singular empeño esta sucinta historia de una parte no tan sucinta del progreso de la sociedad cordobesa no hubiera sido jamás escrita.